Golpe al paladar: la mayoría de los argentinos dejó de hacer asado

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Además, según una encuesta privada, el 65% de los consultados restringió gastos cotidianos y de ocio.

Golpe al paladar: la mayoría de los argentinos dejó de hacer asado

Luego de que se conociera una baja significativa en el consumo interno de carne en Argentina, una encuesta privada asegura que el 65% de las personas consultadas tuvo que restringir sus consumos cotidianos, entre esos, ajustar el consumo de asado. Mientras que el 28% declaró que su capacidad de compra es positiva, el 36% augura que su situación económica y la de su hogar va a empeorar.

Así lo indica una encuesta realizada por la Consultora Moiguer, respecto a las expectativas, condicionan hábitos y comportamientos de los encuestados durante el tercer trimestre del año.

De la encuesta se desprende que, actualmente, un 51% de los consultados evalúa negativamente la situación actual del país. De cara al futuro, el 46% de tiene expectativas positivas mientras que el 43% percibe que la probabilidad de crisis es alta.

En relación a la percepción respecto del propio consumo y las prácticas asociadas, el 65% de los consultados tuvo que restringir sus consumos cotidianos. Mientras que el 28% declara que su capacidad de compra es positiva, el 36% dice que su situación de consumo y la de su hogar va a empeorar.

Los indicadores que reflejan las diferentes actitudes en que se encuentran los consumidores respecto de sus compras y gastos, un 25% dijo que no redujo sus gastos y sí realizan consumos suntuarios como compra de electrodomésticos, ropa, restaurantes, recitales y shows. Por el contrario, el 30% sí redujo gastos.

Un 6% de los encuestados no redujo sus gastos, pero para compensarlo, no realiza consumos suntuarios. El 39% de los consultados se catalogó como “restrictivo”, es decir que sí redujo sus gastos y tampoco realiza otro tipo de consumos.

En cuanto al ajuste en los consumos, el 40% se refirió al pago de Internet en el hogar, el 37% a hacer asado en familia, el 35% a salir en pareja o en familia, el 33% a comprar medicamentos y el 30% a la compra de gaseosas.

El consumo cayó fuerte en el Gobierno de Javier Milei

«Bajaron mucho las ventas en general. Ahora que viene el calorcito es época de bebida, deberían venderse y no se están vendiendo en el mismo volumen del año pasado para esta fecha», contó Marcelo, un kiosquero del barrio porteño de Palermo, en diálogo con los medios.

De cara el verano, el comerciante puntualizó que bajó la venta de bebidas y que sus clientes están optando por segundas marcas: «Las gaseosas se venden muy poco, se compran más aguas. Tuvimos que traer aguas de segundas marcas», indicó.

“La gente consulta el precio de lo que viene a buscar y compra una segunda marca o algo en promoción”, contó.

A su vez, mencionó que hay “mucha diferencia” entre los productos importados y los nacionales: “Una golosina nacional ronda los 800 pesos y la importada está tres por 1.000 pesos. Es mucha la diferencia, con el precio de una te llevas casi tres», detalló.

En números, comentó que “las ventas cayeron un 50%, pero los servicios aumentaron un montón. Fuimos bajando la cantidad de consumo. La última boleta de luz fue superior a los 200 mil pesos, el alquiler aumentó un 300% en comparación al año pasado”.

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